Pronunciamiento para la Jornada Global de Solidaridad con l@s Zapatistas

En el marco de la Jornada Global de Solidaridad con l@s Zapatistas, convocada por la Red Contra la Represión y por la Solidaridad, las Adherentes a la Sexta Barcelona hemos estado presentes en las Festes Alter-Natives del Raval con una mesa informativa y la lectura de un pronunciamiento:

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¡LXS ZAPATISTAS NO ESTÁN SOLXS!!

¡ALTO A LAS AGRESIONES A LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS!!!

Barcelona, 19 de Julio de 1936

En Agosto del año pasado integrantes de la ORCAO de Pojkol amenazaron y agredieron a compañerxs del Municipio Autónomo de San Manuel y de los poblados el Egipto, El Rosario y San Jacinto.  Invadieron sus tierras recuperadas, realizaron disparos al aire con sus armas, intentaron envenenar a sus animales e hirieron a uno de ellos, tumbaron árboles, dispararon al interior de casas y vehículos de compañeros bases de apoyo zapatista, robaron 7 zontes y 130 kilos de grano de maíz, destrozaron casas y láminas con sus machetes. Destrozaron la cooperativa colectiva, rodearon el poblado de San Jacinto de madrugada mientras 18 paramilitares disparaban al interior de las casas haciendo huir con los puesto a los miembros de este poblado buscando refugio en otro poblado zapatista.

En mayo del presente año, paramilitares del Rosario junto a paramilitares del  barrio Chikinival (ejido Pojkol), entraron en casa de un compañero base de apoyo zapatista en el poblado recuperado El Rosario y dispararon en 4 ocasiones a su hija de 13 años de edad con una pistola de calibre 22 sin lograr alcanzarla, al huir ella por la puerta de la casa. El compañero defendió a su hija lanzando una piedra, que alcanzó en la cabeza a su agresor. Este acudió posteriormente, junto a su esposa y 3 hijos, a reclamar 7.000 pesos mexicanos por su curación.  La agresión inició en la mañana cuando 28 paramilitares del Rosario llegaron a medir la tierra donde viven los y las compañeras bases de apoyo zapatista.

El pasado 24 de junio, en la mañana,  llegaron 28 paramilitares del ejido Pojkol del barrio Chiquinibal, 8 de ellos armados con armas de fuego de calibre 22, en motocicletas y una Nissan sin placas. A los que posteriormente se le sumaron 21 paramilitares más del Rosario junto a un supuesto ingeniero y un ranchero de Ocosingo, de nombre Guadalupe Flores. Después de una reunión entre ellos, procedieron a medir el terreno recuperado donde viven las y los compañeros con el fin supuesto de la construcción de casas y un templo, ese supuesto plano de las mediciones para la construcción fue entregado a los paramilitares.  Luego de esto empezó la intimidación directa disparando hasta en 10 ocasiones a la casa de un compañero base de apoyo zapatista, después allanaron la vivienda de dos familias bases de apoyo zapatista robando tas las pertenencias que tenían. En ese despropósito fueron capaces hasta de robar el techo de la casa, 150 kilogramos de frijol y los animales de lxs compañerxs.

Estos hechos alarmantes no son nuevos, durante los muchos  años de resistencia y organización del EZLN siempre han sido blanco de las estrategias de represión y contrainsurgencia enmarcados en una lógica de guerra de baja intensidad que van desde el ataque frontal y directo, a las estrategias más sutiles dentro de los planes de “ayuda y desarrollo”.

Estos, aunque pretender ser la cara más “amable” de esta guerra, son igualmente devastadores en su intencionalidad de fracturar el tejido social,  comunitario y organizativo, y en como son utilizadas como herramienta de control social  y como forma de generar conflictos al interior de las comunidades. Así como la manera que sistemáticamente se está utilizando para despojar de las tierras recuperadas al EZLN.

Esta estrategia global de contrainsurgencia que se enmarca a nivel militar, paramilitar, político, mediático, económico y psicológico pretende romper el proceso de construcción de autonomía zapatista y de ella son responsables todos los niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal.

El nivel de agresiones que están teniendo que enfrentar nuestras compañeras y compañeros zapatistas es alarmante. Nosotros no dejamos, ni dejaremos de denunciar y de actuar ante esta brutal embestida.

Si tocan a las zapatistas, nos tocan a todas. Ellos caminan organizándose y construyendo, nosotras caminamos con la mirada y el corazón atento a su digno caminar mientras levantamos los cimientos de esta, nuestra trinchera de lucha.

La lucha sigue y seguirá.

En las montañas del sureste mexicano se sigue sembrando futuro.

En las calles de la Barcelona Rebelde seguimos construyendo las grietas por las que renacerá la Rosa de Foc.

NO PASARÁN!!!!

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