A UN AÑO DEL ASESINATO EN LA NARVARTE. LA JUSTICIA NO VENDRÁ DE LOS CULPABLES DICEN EN XALAPA AMIGOS DE NADIA Y RUBÉN

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31 de julio de 2016. Al cumplirse un año del multihomicidio en la colonia Narvarte, amigos de Nadia Vera y Rubén Espinosa realizaron en Xalapa un acto en memoria de la activista y el fotoperiodista, con quienes compartieron años de protestas, hostigamiento y represión del gobierno de Veracruz.

En la Plaza Regina Martínez, donde minutos antes se realizó un acto del gremio periodístico, estudiantes, maestros, ambientalistas, artistas y diversos colectivos aseguraron frente al palacio de gobierno que “la justicia no vendrá de los culpables, pues es el mismo Estado el garante de la impunidad”.

Mientras escuchaban en audios la voz de Nadia Vera, denunciando la violencia que les tocó vivir y las luchas que como estudiantes acompañaron en Xalapa, pintaron con enormes letras blancas la leyenda “Fuiste Tú”, reiterando la imputación que hicieran al gobernador veracruzano un año atrás -el 1 de agosto de 2015- cuando se dio a conocer el asesinato de sus compañeros.

“Estamos aquí repudiando un crimen de estado, repudiando el asesinato de 5 personas, dos de ellos, amigos y hermanos nuestros, señalando a los responsables del brutal asesinato como lo hicieron Nadia y Rubén antes de morir: al gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa y al secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita”.

Y así quedó consignado en el piso de la misma plaza, donde junto con Nadia y Rubén fueron reprimidos por policías vestidos de civil un 20 de noviembre de 2012, y nuevamente, en 2013, durante el brutal desalojo del 14 de septiembre, que ejecutaron policías de élite con bastones eléctricos en el marco de la movilización magisterial.

“No esperamos de Mancera, ni de Duarte, ni de ninguno de los políticos que castiguen a sus cómplices, amigos o enemigos. Sabemos que no lo harán. Conocemos de sobra sus juegos políticos-perversos, conocemos de sobra como se mueven en su cancha, en eso que llaman Estado de Derecho, en eso que llaman la ley, en eso que llaman justiciaque no es más que impunidad legal”.

Acusaron además las dilaciones y filtraciones, la criminalización mediática, las omisiones, las mentiras, corrupción, violencia institucional, y la negativa “cínica” de las autoridades y la Fiscalía a investigar a fondo el crimen de la Narvarte alegando que “no es necesaria la verdad”.

El reclamo de justicia, dijeron, no es una petición ni una exigencia hacia el Estado, ni a ninguna de sus instituciones, “nuestro reclamo de justicia es un grito de guerra contra la injusticia, un llamado hacia nosotros para quitarnos el miedo, recuperar nuestra fuerza y construir de nuevo en colectivo, siguiendo el ejemplo y los principios de Nadia y Rubén” .

Con lectura de poesías propias, los amigos de Nadia y Rubén rindieron homenaje a sus compañeros de lucha, alternando lágrimas y aplausos en el mismo espacio donde reclamaron los asesinatos impunes, las desapariciones forzadas, la represión, el acoso, las golpizas, los levantamientos y los agravios de Estado.

Acompañaron el memorial ambientalistas de LAVIDA,  integrantes de colectivos zapatistas de la ciudad de México, de la Brigada de búsqueda de personas desaparecidas, de jubilados y pensionados de Veracruz, de la Alianza Mexicana contra el Fracking, de colectivos feministas, defensores de derechos humanos, maestros y estudiantes de colectivos a los que Nadia perteneció.

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DESIDE. Pronunciamiento público

Estamos aquí en la plaza Regina Martínez, en Xalapa. Estamos aquí donde querríamos no estar, haciendo lo que nunca en la vida habríamos querido hacer.

Estamos aquí para reclamar la ausencia de Nadia Vera y Rubén Espinosa: activista y fotoreportero. Compañera, amigo, hermano. Compañero amiga, hermana, nuestra y nuestro, asesinados por el largo brazo del gobierno veracruzano el 31 de julio de 2015 en la colonia Narvarte de la ciudad de México, junto con Mile, Alejandra y Yesenia, de quienes honramos también su vida y su memoria.

Estamos aquí repudiando UN CRIMEN DE ESTADO, repudiando el asesinato de 5 personas, dos de ellos, amigos y hermanos nuestros. Con quienes compartimos decenas de veces esta plaza, este espacio, este mismo grito, esta exigencia, este reclamo frente a los asesinatos impunes, las desapariciones forzadas, la represión, el acoso, las golpizas, los levantamientos y los encarcelamientos ilegales, frente a los agravios de Estado contra activistas, periodistas, estudiantes, padres y madres de familia en busca de desaparecidos, jóvenes, migrantes, ancianos pensionados, mujeres de todas las edades, defensores de ríos, maestros, la comunidad LGBTI, defensores de la vida y el territorio, ambientalistas…, contra la disidencia organizada que se le opone al Estado, que confronta, que critica, que resiste.

Estamos aquí denunciando otra vez el estado de cosas que mantiene a Veracruz en el límite de la sobrevivencia, secuestrado por la delincuencia gubernamental y por el crimen organizado, por sus policías y sus sicarios, por sus sicarios policías.

Estamos aquí señalando a los responsables del brutal asesinato, como lo hicieron Nadia y Rubén antes de morir, al gobernador del estado, Javier Duarte, al secretario de Seguridad Arturo Bermúdez Zurita, a la ineficacia cómplice de la CNDH que mantiene y legitima al régimen, a los sicarios uniformados que mal ocultan el terror de la dictadura, el estado de sitio en el que se vive en Veracruz. A los diputados, senadores y demás funcionarios que se alimentan, encubren y participan de la impunidad, los crímenes y el abuso que de forma permanente violenta a todos los que vivimos aquí.

El CRIMEN DE ESTADO se concretó hace un año, pero no empezó ahí. Nadia y Rubén fueron perseguidos en Xalapa por el gobierno de Veracruz, amenazados, acosados, detenidos y golpeados por las fuerzas policiacas comandadas por Bermúdez Zurita justo aquí, en esta misma plaza, por sus actividades políticas y profesionales, por su compromiso con la verdad, por su lucha contra la impunidad

…POR SER INCÓMODOS, POR SER VALIENTES, POR NO RENDIRSE, POR NO VENDERSE, POR NO CALLAR.

Nadia y Rubén salieron de Veracruz exiliados, como tantos. Nadia y Rubén huyeron de Veracruz, huyeron de Duarte, huyeron de Zurita, de su estado policial, de su Fuerza Civil, de sus sicarios, de su cínica impunidad, de sus excesos, de su control, de su masacre patrocinada, de sus empleados de sueldo mínimo que se deleitan como hoy tomando fotos en cada manifestación, orgullosos de servir a los déspotas, míseros en la cadena de poder.

Estamos hoy aquí por nosotros y por Nadia y Rubén, como estuvimos entonces por otros, junto con ellos.

No pedimos -ni esperamos -ni exigimos -ni clamamos por justicia al asesino. No esperamos de Mancera, ni de Duarte, ni de ninguno de los políticos que castiguen a sus cómplices, amigos o enemigos. Sabemos que no lo harán. Conocemos de sobra sus juegos políticos-perversos, conocemos de sobra como se mueven en su cancha, en eso que llaman Estado de Derecho, en eso que llaman “la ley”, en eso que llaman “justicia” que no es más que impunidad legal. Conocemos de sobra sus dilaciones y filtraciones, su criminalización mediática, sus omisiones, sus mentiras, su corrupción, su violencia institucional, su negativa cínica a investigar a fondo el crimen alegando que “no es necesaria la verdad”.

El reclamo de justicia no es una petición ni una exigencia hacia el Estado, ni a ninguna de sus instituciones, nuestro reclamo de justicia es un grito de guerra contra la injusticia, un llamado hacia nosotros. Un llamado a entender que la verdad no está ni estará en la voz de los culpables, que la justicia no vendrá nunca de la ley, que es el mismo Estado el garante de la impunidad.

Estamos aquí haciendo un llamado a todas y todos para quitarnos el miedo. Para recuperar nuestra fuerza en colectivo, para construir en colectivo. Para honrar la memoria de Nadia y Rubén siguiendo sus pasos y sus principios. Juntos y no fragmentados, dignos y no avergonzados, valientes y no amedrentados.

“Cállense o los callaremos” ese fue el mensaje el 31 de julio, el mensaje del poder. Sepan de una vez no estamos dispuestos a obedecer. Ni a rendirnos, ni a callar. Defenderemos la vida con nuestra vida, los ríos, los bosques y la selva con nuestros pueblos, defenderemos el derecho a la verdad, el derecho a decidir, el derecho a transitar, el derecho a la educación, el derecho a la salud, defenderemos todo lo que tenemos y lo que somos, a pesar del gobierno, del Estado y de los buitres en el poder.

Viviremos para ello: un día de victoria a la vez. Siendo realistas, haciendo lo imposible, con el puño arriba y la frente en alto, como Nadia y Rubén. Estamos aquí porque estamos orgullosos de lo que ellos hicieron. Porque los amamos. Porque no olvidamos, porque no perdonamos, y porque no, nunca, nos arrodillamos. Viviremos para ello: un día de victoria a la vez.

Xalapa, Veracruz, 31 de julio de 2016.

DESIDE

Colectivo