Ayotzinapa, una lucha por la Justicia y contra el Olvido.

fue el estado

En México no son 43, son 25.000 desaparecidxs y 123.000 muertxs.

Fue el Estado…

El pasado 26 de Septiembre del 2014, en la ciudad de Iguala (Guerrero) la policía municipal emboscó cinco autobuses de estudiantes normalistas y otro que transportaba a un equipo de fútbol.

Dispararon y mataron a 6 personas, hirieron a 27 y desde ese día 43 normalistas están desaparecidos. A menos de tres kilómetros de donde sucedieron los hechos se encuentra el cuartel del 27º batallón de infantería.

Los 43 estudiantes normalistas desaparecidos fueron detenidos por la policía municipal de Guerrero, las versiones oficiales “encontradas” dicen que también pasaron por integrantes del cuerpo de la policía de Colula y que estos los entregaron a los narcos. Además aseguran que estuvieron en un hospital de Iguala donde algunos de ellos recibieron atención médica. Ahora aparecen imágenes que aseveran que estuvieron a disposición y “resguardo” del ejército, pero la versión que la Procuraduría General de la República anuncia es que fueron torturados, algunos muertos por asfixia, otros ejecutados, y todos incinerados y calcinados en un basurero, para después ser tirados a un río a manos del cártel de los Guerreros Unidos.

El presidente municipal de Iguala del PRD, José Luís Abarca y su esposa Ángeles Pineda, fueron detenidos por su responsabilidad intelectual y material en los hechos, es más, hay testigos que aseguran haber presenciado como el edil disparaba en la cara y en el pecho a dos estudiantes. El jefe de la policía de Iguala también es detenido por su complicidad con el narco del que recibía 600 mil pesos mensuales y por su participación en los hechos.

Ayotzinapa no es un caso aislado, en México la violencia y la masacre son cotidianas. Pero sí es un caso paradigmático en la medida que todos sus elementos nos llevan a comprobar hasta que punto la relación del Estado y todas sus instituciones con el narco es totalmente evidente. “Fue el Estado” es mucho más que una consigna, es una realidad.

Cinco meses después las familias han tenido que soportar la burla y el desprecio del Estado y una “verdad oficial” que se desmorona por inverosímil. Han sido revictimizadas, se les niega cualquier posibilidad de Justicia, ya que es imposible confiar que esta llegará de las mismas manos que le arrebataron a sus hijos, hermanos, padres, esposos…

Cinco meses después las familias siguen exigiendo esta Justicia que se les niega y continúan en la búsqueda de sus familiares.

Los desaparecidos siempre nos faltarán a todas y todos. 

¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!

El fuego de vuestra lucha, nunca será ceniza!!

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